Un evento dedicado a los nostálgicos amantes de las motos de las decadas de los 70, 80 y 90.
Así fue este evento organizado por la asociación motos clásicas 70, 80 y 90, un evento inspirado en ya fallecido «Veteranas off-road», donde se dieron cita el fin de semana del 18, 19 y 20 de junio de 2021 en la localidad madrileña de Pelayos de la Presa, también conocida como «La catedral motera».
¿Cómo fué «Clásicas On Road»?
Los participantes al evento empezaron a llegar el viernes 18 por la tarde a recoger sus acreditaciones, y ya nos podíamos hacer una idea de que clase de joyas del mundo de la moto íbamos a regalar a nuestros ojos. Lo primero que pudimos ver a nuestra llegada fue la icónica Benelli sei, moto cedida por Benelli España que fué el principal patrocinador de este evento por su 110 aniversario y nos regaló poder ver la primera moto de 6 cilindros en línea, no podíamos esperar a oír el sonido de esos ¡SEIS ESCAPES!, esta moto es muy rara de ver con todas los escapes originales, normalmente se ven las salidas 3 a 1. Un poco más tarde y por precaución frente al COVID-19 se dio el briefing a la primera parte de los asistentes. Las únicas motos que se permitían en el evento que no fueran clásicas serían las Benelli imperiale 400, que hemos de decir que no llamaban la atención para tratarse de una moto moderna.
Los participantes recogían sus acreditaciones,su pack de bienvenida, el mapa y los dorsales para participar en el evento, se empezaba a respirar un ambiente motero de las decadas de los 70,80 y 90.
Después de que algunos participantes pasaran la noche en los hoteles de alrededor de «La catedral motera», había llegado el día del evento. Cuando nosotros llegamos ya se podía respirar ese olor adictivo a motores 2 tiempos, la gente ya estaba preparada para la salida, como era de esperar alguna clásica decidió que tenía miedo escénico y no quería salir a rodar, pero lo que no sabían estas veteranas es que sus dueños las conocían tan al dedillo que no se resistieron a disfrutar de la ruta preparada por la organización, unos 150 km entre la provincia de Ávila y Madrid. Para la ruta no se dieron tracks, ni roadbooks, ni la posibilidad de navegar con GPS, había que hacerlo todo como en los años en las que estas motos eran punteras, papel y mapa y en caso de perdida solo se podía utilizar el PPS (Para Pregunta y Sigue). En la ruta no nos encontraríamos puntos de control al uso, sino que serían puntos de control fotográfico, haciendo que nos perdiéramos un poco por los pueblos donde estaban estos puntos.
Un tiempo que nos respetó el sábado (anunciaban lluvias, algo tuvo que ver la catedral motera, seguro) una temperatura agradable, sin mucho calor, que no es nada agradecido por este tipo de motos y una ruta con todo tipo de vías secundarias muy disfrutables para las clásicas y sus pilotos hicieron que al terminar el evento todo el mundo acabara con una sonrisa de oreja a oreja. Ahora quedaba una de las mejores partes… ¡Comer después de la ruta! Y bueno comentar como ha ido la ruta, ver cada moto con más calma y asistir a las charlas de algunos de los colaboradores del evento como Evelio Tejero (eminencia en la preparación de Ducatis de carreras), I.M.U. (Asociación por la defensa internacional del motorista) o al creador y alma mater de «Veteranas Off-road» nuestro gran amigo el excelentísimo Sr. Mario Montoro, el cual aprovecho la oportunidad para presentar su segundo libro, «Aitana y Willy en Asia: El misterio de Yamashita» un imprescindible en vuestras bibliotecas.
Algunos de los participantes decidieron disfrutar de su afición junto con toda su familia, es el caso de esta BMW con sidecar. Lo disfrutaron de lo lindo, solo hay que ver que en la foto la rueda del sidecar… no está en contacto con la carretera ¡GAS!
Después de todo esto, a unos servidores les tocaba ducharse… Formamos parte de la organización de este evento y nos dedicamos a fotografiar y grabar (con sol y calor) a los participantes para que podéis disfrutar de este documento gráfico, muchas de un evento que esperamos que perdure por muchos años ¡LARGA VIDA A LOS CARBURADORES!. Trás merecido aseo nos dirigimos al «Monasterio de Santa María la Real», donde tendría lugar la cena y el posterior concierto.
Esperamos que este evento ITINERANTE, que irá cambiando de localización perdure por muchos años.